Santiago de Compostela
Compostela, Capital de Occidente
Desde hace más de 1.000 años, gentes de todo el viejo mundo comenzaron a caminar hacia un lejano Finisterre. Su meta estaba situada en un país de lluvia y verdor, de niebla y granito, en el que, alrededor del sepulcro del Apostol Santiago, había nacido la Capital de Occidente, la tercera de las ciudades Santas de la Cristiandad: Compostela.
A comienzos del siglo IX, el ermitaño Pelayo observó en el bosque cercano a la actual iglesia de San Fiz de Solovio resplandores y músicas misteríosas. Acudió al obispo Teodomiro quién halló en el lugar el sepulcro del Apastol Santiago, cuyo cadaver había sido traído a Galicia por sus discípulos.
Alfonso II el Casto ordenó la construcción de una primera iglesia en torno al sepulcro, y a Santiago llegaron, desde entonces, gentes de toda condición y origen a postrarse ante el Apostol trayendo como presentes lengua y cultura de lejanas tierras, el fluir de las ideas,las invenciones, y la historia.
Santiago, hoy capital de Galicia, morada del Patrón de España es también capital de Europa y en ella confluyen - como en Roma - todos los caminos.
Por uno de estos caminos, el mayor, el viejo camino francés, el Camino de Santiago por excelencia, llegamos a Compostela. Y si el peregrino tenía como objetivo inmediato la catedral del Señor Santiago, nosotros acudiremos a ella después de haber visitado los más importantes elementos monumentales que nacieron alrededor de esta Catedral, por su influencia, y como fruto de una fe que hizo surgir artificiales montañas de piedra en una tierra situada al final del mundo conocido.
Comenzamos a recorrer la capital de Jacobusland, la tierra del Señor Santiago, por los alrededores del viejo núcleo amurallado, cuya fortaleza es hoy solo un recuerdo.
Llamarán poderosamente nuestra atención:
La Colegiata del Sar, uno de los más hermosos monumentos del románico gallego, con contrafuertes laterales añadidos en el siglo XVIII Para evitar que la altura de las naves y la deficiente cimentación causasen el derrumbamiento del templo.
Bonaval, fundado por santo Domingo, en 1220. La fachada barroca y la original escalera concéntrica son del arquitecto Domingo de Andrade. En su interior se encuentra el Museo do Pobo Galego, y en la iglesia el Panteón de gallegos ilustres.
San Francisco, fundado por el poverello de Asís a comienzos del siglo XIII.
Y La Herradura, bellísimo paseo para otear el Santiago monumental que nos aguarda.
La Porta Faxeira, era la principal entrada a la ciudad. La Porta do Camiño a Francigena, entrada de peregrinos... entramos en la vieja Compostela por la única de sus siete puertas que ha resistido el paso del tiempo: Mazarelos. Cuenta el Códice Calixtino que por esta puerta entraba el precioso Baco, el vino del Ribeiro y del Ulla, a la ciudad.
La Universidad de Santiago data de comienzos del siglo XVI ... el carácter de ciudad universitaria lo proporcionan los vetustos edificios que en tiempos la albergaron y aun hoy están ocupados por dependencias universitarias, y los millares de jóvenes que, hoy como ayer, dan a Santiago un carácter diferente por el contraste entre su juventud y la severidad petrea del entorno.
El viajero puede tener ya cabal idea de la ciudad que le aguarda. Desde el pequeño o gran comercio a su red hotelera... desde su papel administrativo y político como capital de una comunidad de dos millones de personas hasta una sin igual oferta gastronómica…. desde, en fin, el ambiente cosmopolita de la ciudad nueva hasta el carácter inmutable de la ciudad milenaria.
La Rúa Nueva se llamaba así ya en el siglo XII... Rúa Nueva y Villar son las dos calles más características de Santiago... ambas se unen en la Plaza del Toral, por el Palacio de los Marqueses de Bendaña, en cuya parte superior figura la estátua de Atlas, sosteniendo el mundo.
He aquí la gran Plaza de Santiago: la Plaza del Obradoiro. Toda la vida de Santiago, de Galicia, gira alrededor de esta plaza... Más aún: Europa se vincula a Galicia por el Camino de Santiago que finaliza aquí, en esta piedra central de la gran plaza santiaguesa.
Al norte de la plaza, Hospital Real fundado por los Reyes Católicos para hospedería de peregrinos.
Hoy es hostal de gran lujo para el turismo internacional. Gótico, renacimiento, y barroco aparecen en el magno edificio que hoy se conoce como Hostal de los Reyes Católicos. Cuatro patios con sendas fuentes sorprenden al viajero.
Al oeste, el Palacio que mandó construir el arzobispo Raxoi para Seminario de Confesores. En la actualidad es sede del Ayuntamiento de Santiago y de la presidencia del gobierno autónomo de Galicia.
Al sur, San Jerónimo, hoy rectorado de la Universidad.
Y al este, la gran Catedral, con su fachada del Obradoiro. Pero antes de detenernos en ella, veamos el entorno inmediato del primer monumento de la capital de occidente.
La Plaza de Platerías recibe su nombre de los plateros que aquí tienen su ubicación. Casa del Dean, Casa del Cabildo, Fuente de los Caballos cierran la plaza que preside la única fachada románica que la Catedral conserva, aunque con profundas modificaciones a lo largo de los siglos.
Seguimos nuestra ruta por La Quintana, dividida en Quitana dos Vivos y Quintanados Mortos, y limitada por la Casa de los Canonigos de Compostela, la famosa Casa de la Parra, el Monasterio de San Payo de Antealtares. La Catedral abre a La Quintana su Puerta Santa,o del Perdón, de comienzos del siglo XVII, que solo se puede franquear en los años jubilares o Años Santos Compostelanos.
En recuerdo de las azabacheros compostelanos, calle y plaza siguen llamándose Azabacheria.
La fachada de la catedral hacia esta plaza, neoclásica, de mediados del XVIII, era la primera visión que los peregrinos tenían del templo del Apostol.
Frente a la Catedral, San Martín Pinario, la segunda iglesia de Compostela.
Este arco es parte del Palacio de Xelmirez, mandado construir por el arzobispo compostelano en el 1120, despues de que hubiera sido destruído su anteriorpalacio por los campesinos alzados en armas.
Joya del románico, la Catedral de Santiago se comenzó en el XI, por el obispo Diego Pelaez.
Un eje central de 97 metros y uno transversal de 65 proporcionan planta de cruz latina a una de las más importantes basílicas de la cristiandad.
Hacia Occidente, la catedral muestra la fachada del Obradoiro, concluída en 1750. Su conjunto barroco está considerado uno de los más importantes del mundo. Bajo la gran catedral, la Catedral Vieja. El Maestro Mateo hizo en ella importantes obras de infraestructura para que pudiese soportar el peso del Pórtico de la Gloria.
Al final del siglo XII, Mateo labró para gloria de Dios y de su autor, el más hermoso de los pórticos. Representa el Juicio final, y recibe el nombre de Pórtico de la Gloria.
En el centro, la figura de Cristo Majestad… a su alrededor, los cuatro evangelistas... en la arquivolta, los 24 ancianos del apocalipsis... Y, en la columna central, la genealogía de Jesús y la imagen del Apostol Santiago, así como la huella de cinco dedos, dejada por millones de manos peregrinas a lo largo de ochocientos años.
En el Interior de la Catedral, todo es sorprendente ...
el Panteón Real... La Capilla de las reliquias... Archivo... Museo ...La capilla mayor, conjunto de oro, plata, marnol y maderas preciosas tiene un enorme baldaquino con escalera al que es tradicional acudir para abrazar al Apostol. Bajo la capilla, la cripta - parte Inferior de un mausoleo romano del siglo I - conlos restos del Apostol Santiago.
Bajo la cúpula, el artilugio mecánico del que cuelga el botafumeiro, gigantesco incensario que se usaba ya a comienzos del siglo XII para el culto al Apastol, pero también para perfumar y purificar la Catedral cuando era invadida por centenares de viajeros peregrinos.
Para este página, voló el botafumeiro por las naves de la Catedral de los gallegos, de la gran Catedral de Occidente. Y como cualquier día, como hace mil años, la emoción embarga al peregrino y al curioso, al devoto a al incrédulo, por la belleza del entorno, por la monumentalidad de Compostela, por la fe hecha piedra de su catedral.
Hemos estado en Santiago.Recorrimos la ciudad-monumento. Visitamos la Catedral de la capital de Occidente. Nos vamos. Y lo hacemos con la seguridad que Cunqueiro nos dejó:
El peregrino sabe que el Santo lo sigue con la dulce mirada compañera.
