Lugo
Ciudad Bimilenaria
Hace más de 2.000 años que Cesar Augusto transformó en ciudad un poblado que adoraba al dios Lugh... satisfecho de su obra, le dio su propio nombre de dios vivo de los romanos a la ciudad que nacía... y desde entonces, así fue conocida la capital de las tierras romanas del fin del mundo:
Lucus Augusti, LUGO.
El primer núcleo lucense surgió - quizás en medio de un bosque - en esta meseta que domina el entorno y señorea el valle del Miño. Desde los cuatro puntos cardinales, Lugo aparece allá en lo alto...
viniendo de Ribadeo, por el norte - nordeste... de La Coruña, por el noroeste... de Santiago, por el sudoeste... de Madrid, por el sudeste… Fue Giménez Caballero quién afirmó: los que conocemos Lugo con los ojos del alma, sabemos que es uno de los vertices más estremecedores e interrogables de España.
Vamos a ver Lugo con esos ojos del alma que la ciudad requiere...
Mención especial merece el Parque dedicado a Rosalía de Castro, ante cuya entrada se encuentra la estatua fundida en Sargadelos, que antes presidió la Plaza Mayor.
La pérgola de este Parque constituye un especialísimo mirador sobre el Río Miño a su paso por la ciudad.
En el nuevo Lugo ha surgido esta Ciudad Cultural, moderna y vigorosa, por el ansia de saber de los lucenses.
Invadida por suevos y godos en el siglo V... arrasada por los árabes en el VIII y por los normandos en el IX, Lugo conserva, sin embargo, importantísimas huellas del romano, condicionadas por los avatares de la historia, que recuerdan su pasado glorioso.
Y para el comienzo, aunque lejos de la ciudad dentro de su término municipal, Santa Eulalia de Bóveda.
Al lado de la iglesia parroquial, y a nivel inferior, se encuentra el monumento del que aún
hoy se desconocen con exactitud significado y origen... permaneció soterrado más de 1.000 años.
Fue posiblemente un baptisterio visigótico, pero antes... ¿Templo?... ¿Ninfea?... ¿Piscina de una villa romana?... ¿Sepulcro de Prisciliano?... Santa Eulalia de Bóveda, se muestra al curioso y aun al entendido con todo el misterio de un enigma irresoluble.
De vuelta a Lugo, Puente Romano, muy modificado en el transcurso de los siglos. Da nombre al lugar en donde se encuentra - Barrio del Puente - y en tiempos fue entrada principal a la ciudad y era preciso pagar peaje para cruzarlo.
En sus inmediaciones está el Balneario de Lugo con las Termas Romanas. El Licenciado Molina, a mediados del siglo XVI, los considera Los más Antiguos Baños y Edificio de los que hay el España.
Hoy, como ayer (Hace dos mil años), el agua es fuente de vida a orillas del Río Miño, en Lugo.
Accedemos a Lugo por la Calzada Romana, quizás profundamente modificada en el medioevo, y que hoy es poco más que un recuerdo.
Llegamos ante la Muralla Romana, la única conservada casi en todo su circuíto original. Con 2.140 metros de longitud, y entre 10 y 15 de altura, rodea totalmente la ciudad antigua y le proporciona ese carácter de seguridad, de poderío, que hizo decir a Lamas Carvajal:
Ten unha Antiga, Forte, Muralla,
que esta agardando que unha batalla
os seus nemigos lle veñen dar...
Recorremos la Muralla, simultaneando las impresiones de sus dos posibles itinerarios. Por la ronda exterior, admirando su majestuosa presencia... y por el adarve - antiguo paseo de ronda - para contemplar como en rasante vuelo de pájaro un Lugo desconocido.
La Muralla conserva 72 cubos de los 85 iniciales... 10 puertas (cinco antiguas, y otras cinco de los siglos XIX y XX). Y cinco escaleras y una rampa para subir al adarve.
Partimos de la Puerta de Santiago, antigua Puerta del Postigo, frente a la Catedral. En tiempos tuvo postigo, cerrojos, puente levadizo y fortín hasta bien avanzado el siglo pasado...
por su parte interior, la moderna rampa de finales del siglo XIX, que sustituyó a otra más antigua, escudo del Obispo Izquierdo, e imagen de Santiago caballero en Clavijo. Esta puerta era la única que se abría en la ciudad en época de graves enfermedades.
Sobre la muralla, bancos construídos a finales del siglo XVIII, para que los lucenses pudiesen tomar cómodamente el sol.
En el adarve pueden observarse restos de las escaleras que conducían en la antigüedad a la parte superior de la fortaleza.
La Puerta Aguirre se construyó en 1894 para dar pasa a Seminarios y cementerio... sendas habitaciones para Resguardo y Consumos recuerdan el papel de estas puertas en la fiscalización y control de mercancías y personas.
La Puerta del Obispo Izquierdo o Puerta de la Carcel, se abrió en la Muralla en 1888 para tener más cómoda comunicación con la nueva cárcel del Partido.
Aquí comienza el Reducto Cristina, construído en 1837 por el Cuerpo Nacional de Ingenieros para completar la fortificación de la ciudad, después de la Guerra de la Independencia, ya que la Muralla antigua había quedado interrumpida en el siglo XV por la construcción de varios edificios.
En esta zona de La Mosquera, se han respetado dos arcos de los existentes en los antiguos torreones, que permiten apreciar la belleza e imaginar lo airoso de esta construcción de torres de dos pisos y cuatro arcos en cada uno de ellos.
La Puerta de San Pedro o Puerta Toledana, mencionada ya en el siglo XII con estos nombres quizás por estar dedicada a este santo, y porque por ella entraban los mercaderes toledanos a la ciudad.
Tuvo en el pasado foso, puente y postigo, y en tanto las otras puertas se cerraban a las nueve de la noche, ésta permanecía franca hasta las diez.
La Corona Real de la portada sirve de singular Pozo de los deseos.
A finales del pasado siglo se abrió la Puerta de la Estación, para comunicar el centro de la ciudad con la estación del ferrocarril.
Puerta Falsa, llamada en tiempos Porta do Boquete, una de las más antiguas de la muralla.
Fue cerrada a mediados del siglo XVII, pero vuelta a abrir -aunque sólo durante unas horas al dia - para que los vecinos de Paraday pudiesen acceder a la ciudad. Por esta puerta salían de Lugo las sillas correo.
La Puerta de San Fernando se abrió a mediados del pasado siglo,siendo inaugurada por la reina Isabel II. Fue ampliada en 1967, por exigencias del tráfico rodado.
La Puerta Nueva es, a pesar de su nombre, de las más antiguas, si bien reconstruída a comienzos del presente siglo... como Puerta Nueva se la conocía ya en el siglo XII.
La Puerta del Obispo Odoario fue abierta en 1921 para comunicar la ciudad con el inmediato Hospital de Santa María.
He aquí la puerta más antigua de la Muralla: Porta Mineana, Porta Minei, Porta Miñá... hoy, también llamada Puerta del Carmen, por estar situada frente a la capilla del mismo nombre. Por aquí entró, buscando amor, el trovador medieval Fernando Esquío.
Este tramo se conoció como Paseo de los Canónigos, zona abrigada y soleada, muy propicia para el paseo, y en la que para ello se amplió la muralla derribando tres de sus cubos.
El Monumento se vio liberado en 1973, mediante la llamada Operación Muralla Limpia, de las edificaciones adosadas que la ocultaron parcialmente durante casi tres siglos, desde que a comienzos del siglo XVIII el Ayuntamiento lucense aforó ciertas zonas inmediatas a la muralla para recaudar fondos.
Similar operación de limpieza se espera poder efectuar en el futuro para construir la ronda interior, que libere definitivamente de edificaciones adosadas a la Muralla romana de Lugo.
Singulares testimonios del Lugo romano los constituyen los hallazgos arqueológicos... hace un siglo, Manuel Murguía afirmó :
Quien dijere que la actual Lugo es una ciudad que se levanta sobre sus propias ruinas, no se equivocaria mucho. Cuando la piqueta hiere el suelo buscando cimiento a las nuevas edificaciones, a cada momento se descubren restos de la población romana, que no parece sino que quiere sobrevivir a todas las destrucciones.
Basten como muestra el Mosaico de Batitales; el recientemente descubierto en una obra del centro de la ciudad.
Perfecto vínculo entre el pasado y el presente, Museo Provincial de Lugo. Ocupa claustro, refectorio y cocina del antiguo Convento de San Francisco, y el edificio construído en el solar donde estuvo el antiguo Gobierno Militar de Lugo.
El Museo tiene importantísimos fondos de las épocas romana y prerromana, y destacadas colecciones de pintura, escultura, numismática, heráldica, orfebrería, mobiliario, cerámica, arte sacro, relojes...el San Francisco, de Asorey; la Escuela de Doloriñas, de Julia Minguillón;
la Cerámica de Sargadelos; los Torques Prerromanos de Burela y Viladonga; el Carnero Alado de estilo oriental; el Crismón de Quiroga... son otras tantas Joyas del magnífico Museo Provincial de Lugo.
Lugo, es la Ciudad del Sacramento. Y su Catedral posee el singular privilegio de la exposición continua del Santísimo, que se cree tiene su origen en la época de los Concilios lucenses, acrecentada en las luchas contra las herejías y en la firmísima devoción popular.
En el Altar Mayor de la Catedral, se venera lo que el escudo de la ciudad proclama: he aqui el misterio de fe que firmemente profesamos. Y cada Infraoctava del Corpus, las ciudades del Antiguo reino de Galicia se turnan desde hace más de 300 años para hacer solemne ofrenda al Santísimo.
La Catedral lucense se levanta, quizás, donde los romanos tuvieran su templo principal... donde se erigió la primera basílica cristiana, destruída por los árabes y reconstruída por Odoario... nuevamente destruida, la actual - tercera de las catedrales - fue comenzada a construir en 1129 por el Maestro Raimundo.
Sufrió diversas modificaciones, y la actual cabecera es del siglo XIV... el claustro, del XVIII, y la Fachada Principal del XVIII con torres de la segunda mitad del siglo XIX.
En esta fachada, imágenes en piedra de San Froilán - patrono de la Ciudad - y San Cápito, primer obispo lucense. En la alto, estatua de la Fe con el viril. Y a los lados,los cuatro evangelistas.
Mención especial merece la Puerta Norte, del siglo XVI. Arcos ojivales en la entrada y marco gótico para la puerta románica con singular imagen de Cristo en Majestad, con el libro de los siete sellos... a sus piés, el pinjante que representa la última cena y la inscripción que dice: El discípulo del señor entrega a sus miembros a tranquilo reposo y al recostarse el la cena contempla celestiales delicias.
Por fin, antes de entrar al interior, Cabecera y ábside con originales arbotantes, y Torre vieja o del reloj.
La Catedral, con planta de cruz latina, tiene tres naves y crucero. En la cabecera, cinco capillas de las que la central - barroca, del siglo XVIII - está dedicada a Nuestra Señora de los Ojos Grandes, patrona de la Ciudad. La imagen, de alabastro policromado, es del siglo XII.
Los arcos del triforio, sobre las dos naves menores, se asoman al crucero. Los brazos de éste van desde la entrada norte, a la sacristía del siglo XVIII.
Cierra la sacristía parte del antiguo retablo mayor, del siglo XVI, obra de Cornelis de Holanda. El resto del retablo se encuentra en la propia entrada norte.
La Capilla Mayor data del siglo XVIII.
La Capilla del Pilar, antes llamada de los Reyes, es de los siglos XIV-XV. En ella se encuentran sepulcros de nobles lucenses de la época.
Inmediata está la Capilla de San Froilán, patrono de la Ciudad, del siglo XVIII. En ella se venera una imagen del Santo, y existe un sepulcro que la tradición quiere que sea el de Santa Froila, madre de San Froilán.
En la nave central, Trascoro y Capilla del Buen Jesús... y Capilla del Ecce Homo Oscuro. Desde aqui accedemos a la parte alta del Coro, donde se encuentra el órgano catedralicio.
Una de las mayores Joyas de la Catedral Lucense es el Coro, obra de Francisco de Moure, del siglo XVII. La de Lugo, es la única catedral gallega que conserva su Coro en la nave central.
Tallado en madera de nogal, tiene 66 sillas. Figuras de cuerpo entero en la fila superior y bustos en la inferior, destaca la silla episcopal y constituye uno de los más importantes conjuntos escultóricos del arte hispano.
Inmediato a la catedral está el Palacio Episcopal, construído por el Obispo Gil Taboada, a mediados del siglo XVIII, utilizando los restos del Palacio de los Condes de Lemos.
En tiempos hubo un paso elevado - El Arco de Palacio - entre Obispado y catedral, sobre la Plaza de Santa María, para permitir una segura comunicación entre ambas edificaciones.
En el entorno Catedralicio, Plaza de Santa María, Calle Buen Jesús y Plaza Pio XII, proporcionan adecuada perspectiva al primer monumento religioso de los lucenses.
San Francisco estuvo en Lugo en 1214. Poco después, se comenzó a construir el Convento de San Francisco, del que hoy sólo se conserva el claustro y la Iglesia, actual Parroquia de San Pedro.
El claustro, ojival con reminiscencias románicas, de mediados del siglo XV, alberga parte del Museo lucense.
La Iglesia, también ojival, es de finales del XIV o comienzos del XV. En su fachada, Torre cuadrada de mampostería de pizarra. Tiene tres ábsides góticos hacia la Plaza de Santo Domingo.
Adosada a la iglesia se encuentra la Capilla de la Soledad, o de la Venerable Orden Tercera, de finales del siglo XVII.
El Convento de Santo Domingo fue fundado en el sigloXIII, comenzándose la construcción de la iglesia a principios del XIV. Aquí, frente a ella, predicó San Vicente Ferrer. El monumento sufrió sucesivas reformas. En la actualidad, es convento e iglesia de Agustinas recoletas.
El convento de dominicas de Santa María - A Nova, fue fundado en el siglo XIV. Nada se conserva del antiguo edificio. El actual, neoclásico, de finales del XVII, reformado,alberga en su antigua parte conventual la Delegación de Hacienda, y en la iglesia la parroquial de Santiago - A Nova.
La iglesia de San Froilán corresponde a la antigua del Hospital de San Bartolomé y de San Juan de Dios. Es barroca, de finales del siglo XVII. Tiene en su fachada el blasón del Obispo Izquierdo. El Hospital se incendió en el pasado siglo y fue derribado. En su lugar se construyó el colegio de La Milagrosa, y su capilla es hoy la sede de la parroquia que lleva el nombre del patrono de la capital lucense.
Fuera ya del recinto amurallado, cerca de la Puerta de San Pedro, está la capilla de San Roque, barroca, del siglo XVIII, obra de Ferro Caaveiro. Su entrada es porticada, y en lo alto tiene la imagen del Santo.
Desde 1773, el Ayuntamiento lucense cumple el voto de acudir a esta capilla, anualmente, en la fiesta de San Roque.
El más noble de los edificios civiles es el Pazo o Palacio Municipal, sito en la cabecera de la Plaza Mayor. Obra de Ferro Caaveiro, construída en 1738, es de estilo barroco de placas, genuinamente gallego.
La Torre del reloj fue construída en 1871, para dotar a la ciudad de una Hora Civil, por contraposición a la Hora Eclesiástica de la Catedral. El reloj, inicialmente construído para la Catedral de Málaga, estaba considerado como el más perfecto de los relojes de torre.
Palacio de San Marcos, en la calle del mismo nombre. Fue construído en 1886 para el Hospital que sustituiría el antiguo de San Bartolomé, en solar donde antes estuvo la capilla de San Marcos. Albergó el Museo provincial, centros de enseñanza, biblioteca pública... es la sede de la Diputación Provincial de Lugo.
El Cuartel de San Fernando, en la calle del mismo nombre, es de mediados del pasado siglo. Da frente a la iglesia de San Froilán. En él va a instalarse el futuro Auditorio Municipal.
Singular por su nobleza es el edificio del Circulo de Las Artes, sociedad cultural lucense fundada a mediados del siglo XIX.
Luís Pimentel, el gran poeta, definió la Plaza Mayor de Lugo como la Sala de Visita de mi Pueblo. Recorremos las Salas de visita de la capital lucense, comenzando por la Plaza del Campo, la más antigua.
Aquí se juntaban las dos grandes vias del Lugo romano: El Cardus, (actual Calle de San Pedro - Plaza Mayor) y el Decumanus (la actual Ruanova).
Se cree que aquí estuvo el foro romano. En su centro, fuente con estatua de San Vicente Ferrer. Y el escudo del ya varias veces mencionado Obispo Izquierdo, que entre las varias importantes obras que desarrolló en la ciudad se encontraba la traída de aguas que hasta esta fuente llegaba, y que dió lugar a que el Cura de Fruíme cantase:
Ya que para los brindis
materia estás ofreciendo,
a tu salud, Izquierdo, beba Lugo,
y mientras beba Lugo, viva Izquierdo.
El Obispo Izquierdo tiene su Plaza junto a la puerta de su nombre, en el lugar también llamado Campo Castillo.
La Plaza de San Roque, junto a la capilla del mismo nombre... En su centro, busto del que fue gran músico lucense Juan Montes Capón.
La Plaza de Ferrol, se enmarca entre la Muralla, San Froilán y el Cuartel de San Fernando.
Santa Maria, entre la catedral y el Obispado, y como intentando un mayor vínculo con la Plaza Mayor.
Es la gran Plaza de la Fe, junto con la de Pio XII, que enlaza catedral y Muralla.
La Plaza de La Soledad, junto al Museo y San Francisco, nos conduce a la segunda gran Plaza lucense.
Santo Domingo. En tiempos mercado y plaza popular, ostenta hoy el magno distintivo que acredita la fundación de la ciudad por César Augusto hace más de 2.000 años.
A la primera plaza lucense nos lleva la Calle de la Reina, inaugurada en 1854 por Isabel II.
Llegamos a la Plaza Mayor de Lugo, la de la vida señorial, que fue llamada Real, Constitución, de la República, de Isabel II, de España.
Presidida por la Casa Consistorial y flanqueada por el Convento de los Franciscanos (antiguo Seminario Conciliar), tuvo antes que Jardín pavimento empedrado y magnífica fuente... los leones de la vieja fuente siguen custodiando los accesos de la sala de visita de la ciudad de Lugo.
Y su palco de la música sigue vistiéndose de fiesta por obra y gracia de la Banda Municipal de Lugo.
Un escritor francés, Mabille de Poncheville, visitó Lugo el día de San Froilán de 1928, y de ello dejó constancia en cita que hizo fortuna:
Un poeta enfermo tendría en Lugo una vida feliz.
