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En marcha una campaña informativa que pretende concienciar a los veraneantes de la importancia que tiene la protección de los recursos marinos

La Consellería de Pesca inicia una campaña que, bajo el título Respeta a nosa xente y con un coste de casi 234.000 euros, pretende concienciar a los veraneantes de la importancia de proteger los recursos marinos. Para ello las mariscadoras que realizan labores de vigilancia irán identificadas con el objetivo de que sea renocida su autoridad.

El titular de Pesca, Enrique López Veiga, está convencido de que con esta campaña y con la identificación de las mariscadoras se evitarán problemas o tensiones porque los turistas que
cogen marisco no lo hacen de mala fe, sino por desconocimiento, y entienden que no lo pueden hacer una vez que se les explica el trabajo que realizan las profesionales del sector.
La idea que pretende inculcar esta campaña, que tendrá soporte radiofónico, en prensa e incluso en cabinas telefónicas y establecimientos hoteleros -con 10.000 carteles y 50.000 folletos- de las zonas susceptibles de afectación, es que el simple hecho de coger un berberecho o cualquier otro molusco de las playas supone un acto de insolidaridad que perjudica de manera directa a los profesionales que dependen en exclusiva de los recursos del mar.
El objetivo final es que la gente que visita las playas entienda la labor de los mariscadores y comprenda que hay zonas de acceso restringido para no dañar en verano una producción que los profesionales cuidan durante todo el año.
Un bebé berberecho actuará como estandarte de toda la campaña -que se intensificará durante el mes de agosto- y, además, se promocionará con platillos voladores, camisetas, viserasa, parasoles para automóviles y sombrillas que se distribuirán en las playas de las zonas de producción marisquera, a través de las asociaciones de mariscadoras.
De forma complementaria a esta campaña la Consellería de Pesca distribuye a las agrupaciones de mariscadoras material distintivo -6.000 gorras y otros tantos petos- para las profesionales que realizan labores de vigilancia en las zonas de producción marisquera para que sean fácilmente identificables por los usuarios. El coste de esta acción ronda los 51.000 euros.
R.