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La obligación de un periodista y de un fotógrafo de recorrer juntos la ruta xacobea centra la película Al final del camino

Uno de los símbolos más internacionales de Galicia, el Camino de Santiago, llega al cine en clave de la comedia romántica «más clásica». El film Al final del Camino, que se termina de grabar en los alrededores de Compostela, une en la gran pantalla a los actores Fernando Tejero y Malena Alterio para explorar las «alucinantes» posibilidades dramáticas de la ruta jacobea a su paso por Galicia.

El equipo, a las órdenes del director Roberto Santiago, autor también de El penalti más largo del mundo y El club de los suicidas, rueda en el compostelano Monte do Gozo sus últimas escenas en Galicia antes de trasladarse a Madrid. El tiempo acompaña, a ratos, pero el realizador defiende que una de las «virtudes» de la película son los paisajes y la variedad de localizaciones, a pesar de que «según cuenta la leyenda», aquí «han perdido la cabeza varios directores de fotografía», porque de repente se nubla y a la media hora sale el sol y, en estas condiciones, mantener una continuidad en la luz es «muy complicado». Por ello, Santiago considera que es «absolutamente increíble» que no haya «ninguna película española» ambientada en el Camino de Santiago, que tiene, dice, unas «alucinantes» posibilidades dramáticas.

Tejero y Alterio se odian al principio de la película, son un fotógrafo y una periodista obligados a convivir desde Pedrafita do Cebreiro, inicio gallego del Camino, hasta su llegada a Compostela para hacer un reportaje sobre un gurú, interpretado por Diego Peretti, que cobra 20.000 euros por resolver las crisis de pareja en la ruta jacobea.

El proyecto, cuenta su director, nació de forma distinta a cómo surgieron sus anteriores películas, que eran ideas originales. En esta ocasión fueron el co-guionista y el productor los que le comentaron la posibilidad de hacer una comedia en el Camino. Para ello cuenta de nuevo con Fernando Tejero, con el que trabajó en El penalti más largo del mundo, porque con él, del que asegura que la naturalidad que se ve en la pantalla la consigue a base de trabajo, se lo pasa «bien» e iría «al fin del mundo». Y Tejero arrastró a Alterio, porque Fernando, cuando le propusieron el proyecto con dos posibles compañeras, aseguró que la haría si trabajaba con Malena.

«La historia me apetece, me gusta y merece ser contada, porque los protagonistas son un reflejo muy universal de lo que nos puede pasar a todos, de lo difícil que es convivir y encontrar a alguien con el que te entiendas y lo muchísimo más difícil que es, sin embargo, estar solo», reflexionó Santiago. Así, cree que la película, que probablemente se estrenará la próxima primavera, «tiene todos los ingredientes para que funcione».

Después de acabar la película, Tejero volverá a Galicia «pero no para trabajar», sino de visita, porque «todo el mundo» debería conocer «el paraíso». Más allá, en el futuro, quiere descansar un año para poder pensar y hacer un drama «por encima de todo y con todas las consecuencias», además de teatro. Y si hay valor «sacar a la luz» trabajos que ha escrito él e intentar poner en marcha «una cosa preciosa» en Galicia «con gente de aquí».
R.